Por Josué Ramírez Digital Infrastructure Consultant

La inteligencia artificial (IA) es un concepto que hemos escuchado reciente y notablemente revolucionado por el lanzamiento de Chat GPT a finales del 2022. Esto ha capturado la imaginación de muchos, revolucionando sectores enteros y cambiando la forma en que interactuamos con la tecnología.

Sin embargo, a pesar de su relevancia en las discusiones sobre innovación, no todos entienden completamente cómo funciona, qué tecnologías la respaldan, y cómo se aplica en la vida real. Este artículo tiene como objetivo aclarar y detallar el funcionamiento de la inteligencia artificial, desde sus fundamentos hasta su infraestructura tecnológica, incluyendo el fascinante campo de la inteligencia artificial generativa, y los usos prácticos que pueden transformar industrias.

¿Qué es la IA?

La inteligencia artificial se refiere a la capacidad de los sistemas computacionales para realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana, como el aprendizaje, la percepción, la toma de decisiones y la resolución de problemas. A diferencia de los sistemas tradicionales que siguen instrucciones explícitas, la IA utiliza algoritmos avanzados para aprender de los datos, identificar patrones y mejorar su rendimiento con el tiempo.

Dentro de estas funciones de los sistemas computacionales, existen diferentes tipos de Inteligencias artificiales que tienen propósitos específicos, existe la IA débil que es utilizada para realizar una tarea específica como el reconocimiento de voz o de imágenes y no tiene la capacidad de realizar otras tareas fuera de está función.

Existe la IA fuerte o general, este es un concepto que aún está en desarrollo y se refiere a una IA que podría realizar cualquier tarea cognitiva que un ser humano puede hacer, incluyendo el razonamiento y la resolución de problemas en un amplio espectro de situaciones.

Otras de las más conocidas son Machine Learning y Deep Learning, subdisciplinas de la IA que permiten a las máquinas aprender de los datos sin ser programadas específicamente para cada tarea. El aprendizaje automático es la base de muchas aplicaciones de IA que vemos hoy en día.

Y por último, tenemos a la Inteligencia Artificial Generativa que  es una rama avanzada de la IA que se centra en la creación de contenido nuevo. A diferencia de los sistemas tradicionales de IA que se limitan a clasificar o interpretar datos existentes, los modelos generativos pueden producir texto, imágenes, música y otros tipos de contenido completamente originales.

Algunos ejemplos de la IA generativa son el lenguaje GPT (Generative Pre-trained Transformer) y los modelos de imágenes como DALL-E o LLaMa la reciente IA liberada por parte de META (Facebook, Instagram y whatsapp).

Existen algunos retos y consideraciones éticas. Aunque la IA generativa ofrece enormes oportunidades, también plantea desafíos éticos, como la generación de desinformación o contenido malicioso, y la protección de los derechos de autor. Es crucial desarrollar marcos éticos y regulatorios para guiar el uso de esta tecnología.

La tecnología detrás de la IA

Los centros de datos son el corazón de la infraestructura tecnológica moderna, soportando aplicaciones críticas y procesos intensivos en datos, como la inteligencia artificial, el aprendizaje automático y el procesamiento en la nube. Con la mayor adopción de los sistemas de IA, habrá un impacto en la forma en que se diseñan y construyen los centros de datos para dar soporte a las tecnologías que se utilizan para que la IA pueda existir, como lo son el enfriamiento para los dispositivos y la distribución de las grandes cantidades de energía requeridas. Actualmente estamos viendo a muchos fabricantes desarrollando y mejorando tecnologías como el enfriamiento líquido el cuál puede ser utilizado por inmersión, enfriamiento directo al gabinete o enfriamiento directo al chip.

Dentro de la infraestructura para soportar la IA se encuentran el CPU (Unidad Central de Procesamiento) que es el cerebro de la computadora, encargada de ejecutar instrucciones generales y las Las GPUs (Unidad de Procesamiento Gráfico), inicialmente diseñadas para el procesamiento gráfico, pero actualmente utilizadas en la IA debido a su gran capacidad para manejar miles de operaciones en paralelo. Esto las hace ideales para el entrenamiento de modelos de aprendizaje profundo que requieren manejar grandes volúmenes de datos. Estas últimas dominadas principalmente por la marca Nvidia la cual ha tenido un crecimiento exponencial y recientemente convirtiéndola en una de las empresas más valiosas a nivel mundial.

Algunos otros componentes son las TPU (Unidad de Procesamiento Tensorial) desarrolladas por Google, son chips especializados diseñados específicamente para acelerar las operaciones de aprendizaje profundo siendo utilizados en lugar de las GPU, Además de las TPUs, empresas como Intel, AMD y AWS están desarrollando chips especializados que optimizan el rendimiento para aplicaciones de inteligencia artificial. Estos chips están diseñados para manejar tareas específicas de IA con mayor eficiencia energética, lo que es crucial en centros de datos y dispositivos móviles.

Aplicaciones Prácticas de la IA

Estamos viviendo una nueva revolución tecnológica que nos va a permitir tener un gran desarrollo de diferentes aplicaciones a las que estábamos limitados y solo las veíamos en películas o teníamos en nuestra imaginación.

Algunas de estas aplicaciones son:

 Medicina y Salud

Diagnóstico asistido por IA: Los algoritmos de IA pueden analizar imágenes médicas, como radiografías y resonancias magnéticas, para detectar anomalías con una precisión que a menudo supera a la de los médicos humanos. Esto permite diagnósticos más rápidos y precisos, lo que es crucial en enfermedades como el cáncer.

Medicina personalizada: La IA puede analizar grandes volúmenes de datos genéticos y clínicos para ofrecer tratamientos personalizados. Esto significa que los tratamientos pueden adaptarse a las características individuales de cada paciente, aumentando la eficacia y reduciendo efectos secundarios.

  • Transporte y Logística

Vehículos autónomos: Los coches autónomos utilizan inteligencia artificial para procesar enormes cantidades de datos en tiempo real, provenientes de sensores como cámaras, radares y LIDAR (Detección y Localización por Luz). La IA permite que estos vehículos tomen decisiones instantáneas, como frenar para evitar un obstáculo o cambiar de carril.

Optimización de rutas: Las empresas de logística utilizan IA para optimizar las rutas de transporte, lo que reduce los costos operativos y mejora la eficiencia. Esto es especialmente importante en la gestión de flotas y en el transporte de mercancías a nivel global.

Comercio Electrónico y Marketing

  • Recomendaciones de productos: Los motores de recomendación impulsados por IA, como los que utilizan Amazon y Netflix, sugieren productos y contenido a los usuarios basándose en sus comportamientos pasados.
  • Publicidad dirigida: La IA permite a las empresas personalizar anuncios y campañas de marketing para audiencias específicas, mejorando la efectividad y el retorno de inversión.

Industria y Manufactura

  • Automatización de procesos complejos: La IA está permitiendo la automatización de tareas que anteriormente eran demasiado complejas para ser realizadas por máquinas. Esto incluye desde la inspección de calidad en líneas de producción hasta la programación automática de robots industriales.
  • Mantenimiento predictivo: Utilizando datos de sensores y algoritmos de IA, las empresas pueden predecir cuándo es probable que falle una máquina y realizar el mantenimiento antes de que ocurra el fallo. Esto reduce el tiempo de inactividad no planificado y mejora la eficiencia operativa.

 Servicio al Cliente

  • Chatbots y asistentes virtuales: Las empresas utilizan IA para ofrecer soporte al cliente las 24 horas del día, respondiendo a preguntas comunes y resolviendo problemas simples de manera eficiente.

 La inteligencia artificial está transformando la manera en que las empresas operan, mejorando la eficiencia, la personalización y la capacidad de tomar decisiones basadas en datos. Desde la medicina y el transporte hasta la manufactura y el comercio electrónico, la IA está abriendo nuevas posibilidades en prácticamente todos los sectores.

La nube juega un papel fundamental en esta transformación, proporcionando la escalabilidad, flexibilidad y accesibilidad necesarias para que las empresas de todos los tamaños puedan aprovechar las capacidades avanzadas de la inteligencia artificial. Además, la nube facilita la colaboración global, mejora la seguridad y garantiza el cumplimiento normativo, aspectos críticos en la adopción de tecnologías basadas en IA.

En resumen, la combinación de inteligencia artificial y computación en la nube está no solo revolucionando industrias, sino también democratizando el acceso a tecnologías que antes estaban reservadas para las grandes corporaciones. Esta sinergia entre IA y la nube está marcando el comienzo de una nueva era de innovación, donde la capacidad de adaptarse y evolucionar con las tecnologías emergentes será clave para el éxito en el competitivo mundo digital actual.

Sobre el autor

Este artículo se realizó a través de una alianza entre Ingenium y líderes de opinión en diferentes disciplinas.

En esta oportunidad contamos con el apoyo de Josué Ramírez Rodríguez, profesional en el área de IT con experiencia técnica y alto entendimiento de los mercados en Latinoamérica, cuenta con un amplio conocimiento en entornos de Centros de Datos, sistemas de información y tiene una sólida experiencia desarrollando relaciones a largo plazo con empresas internacionales.

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