Por Juan Carlos Jiménez, Principal Operations Engineer, Ingenium
La continuidad operativa de un Data Center depende en gran medida de la capacidad de la organización para gestionar de manera efectiva los riesgos. Una gestión adecuada implica identificar, analizar, evaluar y tratar los riesgos de forma sistemática, con el objetivo de minimizar impactos negativos y aprovechar oportunidades.
En este contexto, y considerando que la Infraestructura Electromecánica es un pilar fundamental para garantizar la disponibilidad del Data Center, los responsables de su gestión adoptan medidas como alinear su Marco Operativo con estándares y mejores prácticas de la industria, como estrategia para mitigar riesgos. Sin embargo, un error común en muchas organizaciones es asumir que la implementación de un sistema de gestión basado en mejores prácticas, por sí sola, garantiza el éxito, lo que las lleva a enfocarse únicamente en cumplir requisitos, dejando de lado la gestión activa de los riesgos.
Por ejemplo, es bien sabido que el error humano es uno de los principales riesgos para la operación de un Data Center. Por ello, todas las mejores prácticas destacan la importancia de un programa de formación que garantice la capacitación del personal. Si una organización cuenta con un programa estructurado, documentado y en ejecución, con sus respectivas evaluaciones y seguimiento, podría asumirse que cumple con los estándares establecidos y que, en teoría, no deberían existir riesgos significativos. No obstante, la organización debe comprender que siempre existe la posibilidad de que un operador ejecute una maniobra de forma incorrecta debido a desconocimiento o mala interpretación de la información. Ante este escenario, es fundamental cuantificar la criticidad de este riesgo y actuar en consecuencia. Para detectar este tipo de riesgos, el análisis de riesgos y vulnerabilidades debe ir más allá de los resultados generales que entrega el Marco Operativo y evaluar aspectos más detallados como:
- • El nivel de desarrollo profesional de cada colaborador que ejecuta maniobras en la infraestructura.
- • La alineación de los entrenamientos con las funciones del puesto, asegurando que los contenidos realmente desarrollen las competencias y habilidades requeridas.
- • El contexto de ejecución de las maniobras, considerando si son realizadas por una sola persona, si cuentan con supervisión, si se apoyan en documentación y la calidad de esta.
Solamente tomando en cuenta tomando estos factores, es posible cuantificar la exposición al riesgo de una interrupción operativa en las condiciones actuales y cuya causa raíz esté relacionada con deficiencias en el programa de capacitación.
En el día a día de las operaciones, muchos riesgos pasan desapercibidos porque el Marco Operativo, por sí solo, no los revela y solo se hacen evidentes cuando generan una afectación. Esta situación lleva a los responsables a cuestionarse:
¿Estamos expuestos a riesgos que aún no hemos identificado o abordado de manera efectiva?
Para responder a esta pregunta, es fundamental realizar un análisis de riesgos y vulnerabilidades. Este proceso no solo permite contrastar las operaciones actuales con las mejores prácticas e identificar brechas, sino también evaluar los hallazgos y no conformidades en función de los riesgos operativos, considerando su probabilidad e impacto.
El resultado de este análisis proporciona información valiosa para la toma de decisiones, ya que revela los principales riesgos y cuantifica el nivel de exposición de la organización.
Beneficios clave de un análisis de riesgos y vulnerabilidades:
- • Alinear el desempeño de las operaciones con la gestión de riesgos.
- • Establecer objetivos y métricas de desempeño claros y cuantificables.
- • Optimizar el uso de los recursos mediante una priorización más efectiva.
- • Mejorar la planificación presupuestaria.
- • Definir prioridades operativas con base en riesgos reales.
- • Diseñar planes de acción estratégicos.
Para garantizar una gestión de riesgos efectiva y fortalecer la continuidad operativa, es imprescindible realizar un análisis de riesgos y vulnerabilidades con el apoyo de una empresa especializada. Este análisis proporciona una visión clara del estado actual de las operaciones, permitiendo establecer planes de gestión adecuados y alinear el desempeño del Sistema de Gestión con una estrategia de Gestión de Riesgos robusta y proactiva.